Una fractura es una ruptura, generalmente en un hueso. Si el
hueso roto rompe la piel, se denomina fractura abierta o compuesta. Las
fracturas comúnmente ocurren debido a accidentes automovilísticos, caídas o
lesiones deportivas. Otras causas son la pérdida de masa ósea y la
osteoporosis, que causa debilitamiento de los huesos. El exceso de uso puede
provocar fracturas por estrés, que son fisuras muy pequeñas en los huesos.
Causas:
*Caída desde una altura
*Accidentes automovilísticos
*Golpe directo
*Maltrato infantil
*Fuerzas repetitivas, como las causadas por correr, pueden
ocasionar fracturas por sobrecarga del pie, el tobillo, la tibia o la cadera
Síntomas
*Extremidad o articulación visiblemente fuera de lugar o
deformada
*Hinchazón, hematoma o sangrado
*Dolor intenso
*Entumecimiento y hormigueo
*Ruptura de la piel con el hueso que protruye
*Movimiento limitado o incapacidad para mover una extremidad
Tipos de fracturas:
*Fractura cerrada: este tipo de fracturas se clasifican
según la exposición o no de la fractura en sí. En este caso, como su nombre lo
indica, se trata de una fractura que no sobrepasa o rompe la piel, por lo que
no sale a superficie y es visible. Este es el tipo de fractura más común y el
menos doloroso, a pesar de que la ruptura del hueso puede ser completa.
*Fractura abierta o expuesta: evidentemente, este tipo de
fractura se contrapone a la anteriormente mencionada. Se trata por tanto de una
fractura donde el hueso o la ruptura del mismo rompen, rasgan o salen más allá
de la piel, siendo expuesta y visible. Este tipo de fracturas suele ser mucho
más peligrosa y dolorosa ya que si no se trata a tiempo y de manera correcta
puede producir infecciones severas.
*Fractura epifisiaria: este tipo de fracturas se dan en el
tejido óseo esponjoso del extremo articular de un hueso. Es decir, se dan en
los puntos de unión de un hueso con otro, en su parte interna o epífisis. Este
tipo de fractura es en realidad rara y suele requerir de una intervención
quirúrgica para reparar el daño.
*Fractura diafisiaria: este tipo de fracturas ocurren
fundamentalmente en la diáfisis de un hueso. Esta es la zona media de un hueso,
una región donde hay poca irrigación de sangre. Este tipo de fracturas son de
las más comunes, ya que ocurren en la región del hueso que está más expuesta a
sufrir una fractura dadas sus características y ubicación.
*Fractura metafisiaria: como su nombre lo establece, ocurre
en la metáfisis de un hueso. Esta es la zona que se encuentra inmediatamente
posterior a la diáfisis o zona media y anterior a la epífisis. Es un tipo de
fractura que tampoco suele ser tan común. Igual que la del tipo diafisiaria
necesita de intervención quirúrgica.
Primeros auxilios
1.-Revise las vías respiratorias y la respiración de la
persona. De ser necesario, llame al número local de emergencias (911 en los
Estados Unidos) e inicie la respiración artificial, RCP o control de la
hemorragia.
2.-Mantenga a la persona inmóvil y calmada.
3.-Examine con atención a la persona en busca de otras
lesiones.
4.-En la mayoría de los casos, si la ayuda médica llega
rápidamente, permita que el personal médico tome las medidas adicionales.
5.-Si la piel presenta ruptura, se debe tratar de inmediato
para prevenir la infección (no respire sobre la herida ni hurgue en ella, de
ser posible, enjuague suavemente para retirar los detritos visibles y otros
agentes contaminantes, cuidando de no frotarla ni irrigarla con demasiada
fuerza), cubra con apósitos estériles.
6.-En caso de ser necesario, inmovilice el hueso roto con un
cabestrillo o tablilla (entre los elementos posibles para entablillar se pueden
considerar un periódico enrollado o tablillas de madera), inmovilice el área
tanto por encima como por debajo del hueso lesionado.
7.-Aplique compresas de hielo para disminuir el dolor y la
hinchazón.
8.-Tome medidas para prevenir un shock. Coloque a la víctima
en posición horizontal, levántele los pies unas 12 pulgadas (30 centímetros) y
cúbrala con un abrigo o una cobija; pero NO la mueva si sospecha de una lesión
en la cabeza, la espalda o las piernas.
VERIFICAR LA CIRCULACIÓN SANGUÍNEA
Verifique la circulación sanguínea de la persona y presione
fuertemente sobre la piel que se encuentra más allá del sitio de la fractura.
Por ejemplo, si la fractura se presenta en una pierna, presione en los pies. La
piel primero debe ponerse blanca y luego "rosada" aproximadamente en
dos segundos. Otros signos de circulación inadecuada abarcan piel pálida o
azulada, entumecimiento y hormigueo y pérdida del pulso. Si la circulación es
insuficiente y NO se dispone de personal capacitado rápidamente, trate de
realinear la extremidad en una posición normal de reposo. Esto reducirá la
hinchazón, el dolor o el daño a los tejidos debido a la falta de irrigación
sanguínea.
TRATAR EL SANGRADO:
1.-Coloque un pedazo de tela limpia y seca sobre la herida
para cubrirla.
2.-En caso de que continúe el sangrado, aplique presión
directa en el sitio. NO aplique un torniquete en la extremidad para detener el
sangrado, a menos que se trate de una situación potencialmente mortal.
Tome las siguientes medidas:
-NO mueva a la persona a menos que el hueso roto esté
completamente estable.-
NO mueva a una persona con lesión en la cadera, pelvis o
muslos, a menos que sea absolutamente necesario. Si tiene que moverla,
arrástrela hasta un lugar seguro tomándola de la ropa (por los hombros de la
camisa, el cinturón o los pantalones).
-NO mueva a una persona que tenga una posible lesión en la
columna vertebral.
-NO intente enderezar un hueso ni una articulación
deformados ni cambiar su posición, a menos que la circulación parezca afectada.
-NO trate de reubicar una posible lesión de la columna.
-NO pruebe la capacidad de un hueso para moverse.
jjjjjjjjjjjj dale
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